Formar doctoras/es en derecho que dominen con fluidez los aspectos más generales de la ciencia jurídica en cuanto trasfondo disciplinario y, a la vez, cuenten con saberes y métodos avanzados en, a lo menos, una de las líneas de investigación del programa.
Los graduados del programa serán capaces de: i) producir de manera autónoma nuevos conocimientos que satisfagan estándares disciplinarios de excelencia; ii) adaptarse a nuevos entornos de trabajo como consecuencia de avances tecnológicos, globalización u otros fenómenos; y iii) contribuir a la difusión de la ciencia jurídica y al fortalecimiento de redes de investigación nacionales e internacionales.
Los objetivos pedagógicos específicos del Doctorado en Derecho son los siguientes:
- Conocer y ser capaces de evaluar los presupuestos que subyacen a la actividad de los juristas (dogmáticos y teóricos del derecho); ello en términos funcionales a la producción de nuevos saberes y de métodos de investigación que cumplan con los estándares de validación disciplinaria.
- Comunicar, problematizar y proponer saberes, valores y métodos de una o más de las líneas de investigación del programa, ya sea en congresos, docencia, u otras actividades equivalentes.
- Crear textos originales y sofisticados que sean publicables en revistas y/o editoriales prestigiosas.
- Diseñar, ejecutar y evaluar proyectos de investigación en las líneas de trabajo escogida.
- Valorar el trabajo colaborativo y, en la medida de lo que sean los intereses de investigación, de carácter interdisciplinario.
- Reflexionar críticamente sobre las propias prácticas de investigación, propendiendo a fortalecer una actitud abierta a la revisión constante de creencias y formas de trabajo que previamente se han aceptado.
El Doctorado tiene una orientación eminentemente científica. Su principal propósito es la formación de personas que produzcan conocimiento original en las distintas disciplinas jurídicas, satisfaciendo los correspondientes estándares de calidad. A pesar de que no se trata de un programa interdisciplinario o multidisciplinario, algunas de sus líneas de investigación suponen un adecuado dominio de saberes propios de otras disciplinas. Así, por ejemplo, en la línea de investigación Razonamiento probatorio, se requiere profundizar en saberes que han sido desarrollados por epistemólogos cuyos conocimientos de base suelen ser la filosofía, la psicología, la economía e, incluso, la crítica literaria. Algo similar sucede con otras líneas de investigación como Constitucionalización de la Justicia social, en que además de requerirse un dominio de filosofía política, ética y ciencias sociales, se requiere estar permanentemente abierto a los desafíos que plantea el feminismo, la irrupción de la inteligencia artificial, o los problemas del cambio climático. Todo ello, por cierto, va mucho más allá de una mirada exclusivamente centrada en lo jurídico.