De regreso en Chile, luego de graduarse del Master of Jurisprudence in Children’s Law and Policy en Loyola University Chicago, la abogada de la Universidad Alberto Hurtado Romina Rodríguez Menadier, recapitula parte de lo que fue su experiencia en Estados Unidos, becada por el programa LLM for International Lawyers.
Si bien en un principio su elección fue Derecho de Familia, en el camino decidió cambiar al master dirigido por Catherine E. Birmingham, enfocado en Derecho de Infancia y Políticas Públicas. «Mi cambio fue en razón de que en Chile el Derecho de Infancia está recién comenzando a tratarse a nivel parlamentario, académico, y cómo no, a nivel constitucional. Esta herramienta me permitirá aportar en esta área o en alguna institución pública», afirma Romina Rodríguez.
De hecho, en Chile actualmente se desempeña como abogada ayudante en las Clínicas Jurídicas de la Pontificia Universidad Católica (DEPAL, Derecho de Familia), y en la Clínica Jurídica de Infocap en la Universidad Alberto Hurtado. Además, atiende causas particulares en el área de familia, en la comuna de Ñuñoa y continuó su perfeccionamiento en el área, siendo hoy aspirante a Magister de Familia y Mediación de la Universidad Los Andes (Santiago).
¿Cómo fue la experiencia de estudiar en una universidad jesuita norteamericana?
Fue una excelente experiencia el poder continuar mis estudios académicos en una universidad jesuita como Loyola. Es grandioso poder experimentar el vivir y convivir con gente que tiene el mismo interés de uno en el ámbito religioso y espiritual, aunque sea en otro idioma. Recomendable indudablemente para todo alumno hurtadiano y abogado de esta institución, pues no solo se sigue la misma línea educacional, sino que se crean lazos con personas que anhelan los mismos sueños y metas, como es la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, donde todos podamos desenvolvernos y expresarnos en pos de un mejor vivir.
¿Qué aporte profesional te dio el máster y cómo lo estás aplicando en tus actividades de abogada?
Me aportó el comprender un área del derecho que ha estado bastante dejada de lado por nuestra sociedad, como es el Derecho de Infancia, tomando en cuenta que las opiniones de los niños, niñas y adolescentes en todo proceso extrajudicial como judicial siempre es importante. Tienen voz, opinión, son sujetos de derecho, y por ende deben ser tratados como cualquier persona.
En combinación con la mediación, que será prontamente el título que obtendré, he comprendido que se puede citar a los niños y adolescentes, para por ejemplo, escucharlos en temas de cuidado personal o de relación comunicacional con el padre o madre que no tiene su cuidado.
Es importante, que nuestra sociedad chilena, pueda comprender y atender las necesidades de ellos como sujetos de pleno derecho. Si bien no tienen toda la experiencia de un adulto, sí pueden decidir dentro de ciertos parámetros como la madurez, lo cual puede ser detectado por profesionales capacitados, si desean por ejemplo, vivir con el padre o madre, o ambos.