En el Ciclo de Conferencias 2017, organizado por el Instituto de Ciencias Penales de Chile, http://www.icpenales.cl, el profesor de la Facultad de Derecho UAH Dr. Luis Emilio Rojas ofreció una ponencia sobre el fundamento y la estructura del delito tipificado en el art. 195 de la Ley de Tránsito, modificado por la Ley 20.770 (conocida como “Ley Emilia”).
Los comentarios de la ponencia estuvieron a cargo del profesor en la Universidad de Talca, Dr. Francisco Maldonado. La ponencia tuvo lugar el jueves 1 de junio de 2017, en la ciudad de Calama, y fue convocada por el Juez del Tribunal de Juicio oral en dicha ciudad, magistrado Raúl Baldomino, en conjunto con los jefes de la Fiscalía Local y de la Defensoría Local en la misma ciudad. Asistieron a la conferencia abogados de la plaza, fiscales, defensores y representantes de Carabineros de Chile, entre otros.
Los problemas de la Ley Emilia según Luis Emilio Rojas
Los problemas de la Ley 20.770, conocida como “ley Emilia”, son los propios de una legislación improvisada, esto es, de un legislador que regula pensando en un caso particular y descuida los efectos generales de su regulación. Lo mismo ocurre con la así llamada ley de “agenda corta antidelincuencia”, que pretende introducir un régimen punitivo más gravoso para cierto grupo de delitos y parece olvidar que existen delitos más graves que quedan fuera de ese régimen. Ambas leyes dejan en evidencia que ya no puede insistirse más en colocar “parches” a un sistema de penas diseñado en 1874, para el Estado y la sociedad de esa época. Es lamentable que el legislador se percate de ello por un fallo del Tribunal Constitucional, si su tarea reside justamente en diseñar leyes con efectos generales, también y sobre todo en materia penal, donde se encuentra en juego nada menos que la libertad de los ciudadanos. Es necesario revisar y rediseñar el sistema de penas del Código penal, aplicable tanto a los delitos allí tipificados como fuera del mismo en la legislación especial, como la Ley de Tránsito. El sistema de penas y los delitos en particular constituyen las bisagras de todo Código penal, por ende, es necesario un nuevo Código penal y no una nueva reforma para “parchar” defectos legislativos previamente introducidos.