En esta primera edición del programa VeoVeo Constituyente los panelistas Pedro Güell (sociólogo), Miriam Henríquez (abogada constitucionalista), Guillermo Larraín (economista) y Carolina Tohá (cientista política), reflexionaron sobre la primera semana de la Convención Constitucional.
Para la Decana de la Facultad de Derecho, Miriam Henríquez «Este es un proceso inédito, pero hay dos cosas que me han llamado la atención, desde la instalación del día domingo cuando además debió elegirse a la presidencia y vicepresidencia. El ánimo de que, justamente, la presidencia, reflejara la diversidad de la Convención Constitucional. El mismo ejercicio, se generó para la elección del vicepresidente, que sean representantes de regiones, de pueblos originarios, que representen también la diversidad en la paridad, e incluso de los independientes. Creo que ahí hay un esfuerzo notable porque esos dos cargos que son tan relevantes, justamente, reflejaran esa diversidad de la sociedad. Y hoy probablemente transitamos una elección de una mesa más amplia, una mesa directiva, donde nuevamente hay un esfuerzo porque esa diversidad esté presente en los nueve integrantes que van a conformar esa mesa directiva»… y la segunda cuestión que veo es que probablemente, la Corte Suprema va a tener un rol que no nos imaginábamos, esperemos que no, apropósito de las distintos anuncios de reclamación que se podrían presentar ante la Corte, justamente porque va a haber un celo muy probable en verificar si se cumple o no el procedimiento previsto en el reglamento… Yo me lo imaginaba como un mecanismo muy muy expecional, pero ya el segundo o tercer día de la instalación comienza a anunciarse la posibilidad de recurrir…».
El académico del Departamento de Sociología, Pedro Güell también compartió su visión de esta primera semana de sesiones «Uno no puede dejar de ver esto que está ocurriendo desde la perspectiva de nuestras vidas, en mi caso, de los últimos 50 años de vida consciente. Esto tiene que ver con toda esa historia y trae todo ese peso de la historia para atrás; entonces me tomó las emociones. A mí me alegró, me removió, me dio esperanza. Lo segundo es esto de ponerse en disposición de ver con calma cómo las cosas se desarrollan, porque aquí no hay un guión previo. En ese sentido, las cosas que a mí me llamaron la atención, para no repetir lo que se ha dicho, es todos estos síntomas de que aquí hay un personaje en busca de guión, una convención que anda buscando su espacio. Me llaman la atención las siguientes cosas: la primera, es una convención que anda buscando cuál es su lugar en el conjunto de las instituciones y poderes de la nación, del país, cuál es su relación con el gobierno, cuál es su relación con la sociedad civil, su relación con la Corte Suprema, cuál es la relación con el Senado, anda buscando, y no buscando en el campo de las definiciones legales, las competencias, sino que su lugar político. Yo creo que vamos a tener un tiempo de exploraciones de ese lugar que no sólo ella -la convención- va a buscar ciertos lugares, sino que los otros también la van a contradecir o presionar… Lo segundo, dentro de eso, me llama mucho la atención la derecha, que más que buscando su lugar la encuentro desconcertada; no está logrando armar un juego, no sabe cómo reaccionar, no sabe si enojarse o incorporarse, si negociar o ponerse totalmente por fuera. Desde la perspectiva de lo que han sido grupos y partidos con mucho poder quedar en esta situación, debe ser muy desconcertante, y va a tener que reiventarse, probablemente para la derecha sea un gran aprendizaje político lo que aprendan al interior de la Convención porque van a estar obligados a un tipo de relaciones que no han desarrollado en los últimos cuarenta años…».