Esta iniciativa nace de un trabajo colaborativo entre Comunidad Mujer y el Núcleo Constitucional de la Universidad Alberto Hurtado y busca que la nueva Constitución reconozca a todas las personas el derecho a cuidar, a ser cuidado/a, y el derecho al auto-cuidado.
De acuerdo al cronograma establecido por la Convención Constitucional, existe plazo hasta el 1 de febrero para que las iniciativas populares de norma consigan 15 mil firmas y, de este modo, puedan ser discutidas en la instancia.
Con el objetivo de visibilizar el desigual reparto de responsabilidades de cuidado doméstico en Chile, cuyo impacto negativo se agudizó con la emergencia sanitaria provocado por la Covid-19, el Núcleo Constitucional de la Universidad Alberto Hurtado y Comunidad Mujer presentaron la iniciativa popular de norma sobre el Derecho al cuidado y reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.
El texto pone de manifiesto la importancia de poner en el centro del debate público la construcción de un modelo de organización social de estas labores y, de este modo, avanzar hacia un sistema integral de cuidados con una mayor igualdad de género, sustentado en la institucionalidad necesaria para implementarlo.
En la práctica, si se aprueba esta iniciativa y forma parte del nuevo texto constitucional, se reconocería a todas las personas el derecho a los cuidados en sus tres dimensiones: derecho a cuidar, derecho a ser cuidado/a, y derecho a cuidarse o al auto-cuidado.
“Estamos en un momento crucial como país. La nueva Constitución debe contemplar un Estado que reconozca los cuidados como un derecho; su justa organización social y que se base en la corresponsabilidad entre Estado, sector privado, comunidad, hogares, mujeres y hombres”, señaló al respecto Alejandra Sepúlveda una de las principales promotoras de la iniciativa.
Asimismo, Miriam Henríquez, decana de la facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado y directora del Núcleo Constitucional, explicó: “La iniciativa propuesta trata sobre un derecho central para una Constitución con enfoque de género y tal como fue planteada refuerza la iniciativa presentada por dieciséis convencionales constituyentes sobre el derecho a los cuidados. Si la iniciativa popular logra las firmas, la señal será que la ciudadanía reunida en esas quince mil voluntades, coincide con la de sus representantes en la Convención en que este derecho debe ser un derecho fundamental.”
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