Tres magistrados del Supremo Tribunal de Justicia de Venezuela, que son representados por la Clínica Jurídica de Transparencia y Derechos Humanos de la Universidad Alberto Hurtado dirigida por el profesor Branislav Marelic, pueden permanecer bajo la protección de Chile como asilados políticos, luego que la Corte Suprema reconociera que la renovación de sus visas de asilo político es posible.
Las magistradas Elenis Rodríguez, Beatriz Ruiz y el magistrado Luis Marcano, ingresaron a la embajada de Chile en Caracas el 31 de julio de 2017 solicitando asilo político al ser perseguidos por el Gobierno de Venezuela corriendo riesgo su vida. El asilo político fue concedido por la entonces presidenta Bachelet en octubre de ese mismo año otorgándoles protección por el plazo de 730 días, es decir, 2 años y permitiéndoles viajar a Santiago, donde actualmente residen.
Vencido el plazo de la visa, el Departamento de Extranjería y Migración ofreció a los magistrados sólo dos opciones: el abandono del país de manera voluntaria o el inicio de la solicitud de residencia, no dándoles opción para prorrogar su condición de asilado político, aún cuando la situación de persecución y riesgo a su vida que originó su salida de Venezuela aún persiste.
Siendo representados por la Clínica Jurídica de la Universidad Alberto Hurtado, se interpuso un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago siendo rechazado en primera instancia, pero revertido por la Corte Suprema el 24 de septiembre declarando que “al omitir pronunciamiento la autoridad recurrida sobre la petición subsidiaria efectuada por los amparados de otorgamiento de una prórroga a su calidad de asilados políticos e instarlos a solicitar la permanencia definitiva para efectos de regularizar su situación migratoria o en su defecto hacer abandono voluntario del país, no dio cumplimiento a lo establecido en la legislación vigenteinterpretada armónicamente con los convenios internacionales mencionados, privándolos con su actuar de la protección especial que poseen en su calidad de asilados políticos.”
El equipo que participa en los casos se integra por profesores, ayudantes y estudiantes, quienes participan en el diseño de la estrategia, en la redacción del recurso y en la preparación de los alegatos orales, brindando un espacio de aprendizaje único en base a casos reales.
El estudiante Héctor González relata su aprendizaje “Yo aprendí que el esfuerzo puesto en un caso, cuando se tiene un férreo y real compromiso con la causa, valen la pena, sobre todo por la sensación de satisfacción, y también que, en un juicio, literal cualquier cosa puede pasar, inclusive cuando uno piensa que “me fue mal” en tribunales.” Por su parte el estudiante Ignacio Jaques nos cuenta que “aprendí que las situaciones migratorias son un tema que necesariamente requieren un mejor tratamiento por parte del Estado, debiendo facilitar mayores oportunidades para quienes lo requieren, principalmente porque sin la representación de un/a abogado/a tendrán muchas complicaciones al momento de regular su situación.”
El estudiante Martín Velásquez destacó “la posición adoptada por la Corte Suprema al fallar a favor de nosotros, tomó en cuenta la normativa internacional de derechos humanos, dando señales claras de que el poder judicial puede y debe velar por los derechos humanos”
La Clínica Jurídica de la Universidad Alberto Hurtado representa a personas en condición de vulnerabilidad en diversos temas, encargándose la Clínica de Transparencia y Derechos Humanos de los asuntos que involucran Derechos Fundamentales y Litigio Internacional.
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