A los diversos esfuerzos mundiales para la regulación de la inteligencia artificial “IA” se añadió uno más. El pasado 21 de marzo de 2024 se promulgó en el Estado de Tennessee (Estados Unidos) la ley “Ensuring Likeness Voice and Image Security” o “ELVIS Act” (“Ley ELVIS” en castellano). Aunque no se refiere específicamente a la IA, esta ley busca garantizar explícitamente la protección de la imagen y la voz de una persona frente a algunos de los impactos de los Deep fakes a los que nos hemos referido en otras oportunidades. En particular, con ella se pretende combatir fenómenos recientes como la clonación de voces o imágenes que se han visto facilitadas por la irrupción de la IA. Así, es especialmente valiosa para la protección de los artistas frente a usos indebidos de aplicaciones que se hacen cada vez más accesibles.
¿Cómo lo hace? En primer lugar, viene a complementar la legislación tradicional que ya protegía la imagen para incluir explícitamente el uso de “la voz” a la que define como “un sonido en un soporte que sea fácilmente identificable y atribuible a un determinado particular, independientemente de que el sonido contenga la voz real o una simulación de la voz del individuo”. Asimismo, establece que las personas tienen un “derecho de propiedad individual” sobre el uso de su nombre fotografía, voz o imagen en cualquier medio y de cualquier manera. Por ello se prohíbe la explotación comercial no autorizada de ese derecho de propiedad individual (salvo excepciones por uso justo y las protecciones vinculadas con la Primera Enmienda, por ejemplo, que el uso se haga con fines de comentario, crítica, sátira o parodia). No obstante, este derecho puede cederse y licenciarse libremente, y no expira tras la muerte del individuo siendo transmisible a los albaceas, cesionarios, herederos o legatarios.