«No debemos olvidar el horizonte del bien común, más allá de los intereses propios. Que el horizonte sea la paz y la justicia», Rosa María Olave, directora Programa de Mediación y Resolución de conflictos, Facultad de Derecho UAH.
Hace poco más de un año, en el discurso con que anunció el nombramiento del futuro gabinete, el Presidente electo Gabriel Boric señalaba con especial énfasis la necesidad de escuchar y dialogar. Decía en esa ocasión “es solo en el diálogo cotidiano y en la escucha de todos y todas que vamos a poder construir el Chile que aspiramos”.
Ahora, a un año de haber asumido el gobierno, el Presiente Boric ha señalado, en su discurso del reciente cambio de gabinete, la necesidad de “dialogar hasta que duela». ¿Qué significa, que nos puede evocar este nuevo mensaje? Dialogar es una palabra y una acción que podemos llenar de contenido, pero también puede ser una palabra vacía, si es que no se despliegan las múltiples acciones y sentidos que esta expresión requiere. Las diferencias, las controversias, los distintos modos de pensar, sentir y hacer, son parte natural de nuestra coexistencia, y que se expresan en los distintos ámbitos de la vida social. El ámbito político no está exento de ello.
Dialogar hasta que duela podría implicar apertura y disposición, primero que todo, a conversar, incluso cuando las posiciones frente a algún tema controversial sean diametralmente opuestas…