Con el objetivo de reflexionar a partir de investigaciones empíricas sobre las causas y consecuencias sociales y políticas de las manifestaciones de octubre de 2019, la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, a través de su Centro de Derechos Humanos, la Universidad Católica de Chile y la Universidad Alberto Hurtado, junto al Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia (VioDemos), organizaron el encuentro “Volver a mirar (nos): a 5 años de octubre de 2019”, desarrollado entre los días 2 y 3 de octubre pasados en el Aula Magna de nuestra Facultad.
El evento contó con la participación de cerca de 40 docentes e investigadores de diversas instituciones y disciplinas académicas, que participaron a través de ocho paneles, para conversar sobre temas como las causas del malestar social, los informes y recomendaciones de los organismos de derechos humanos, la búsqueda de justicia y reparación por las violaciones de derechos humanos, las consecuencias políticas como los denominados fracasos constitucionales, entre otros.
En el inicio del seminario, la Rectora de la U. de Chile Rosa Devés señaló que «las preguntas duras y complejas están ahí, y las universidades estamos para formularlas con más precisión y buscar responderlas, siempre –y especialmente en este caso– con otros y otras. En el presente, la tierra se sigue moviendo, y mientras se debilitan los pilares de la democracia, la ciudadanía no está contenta, no puede estarlo. El poder excesivo, y en algunos casos ilegítimo de unos pocos, se devela con más nitidez, mientras la polarización y la desconfianza crecen».
«Pero las universidades no estamos para desesperanzas, estamos para observar y pensar críticamente y, sobre todo, para construir y reconstruir cuando sea necesario, pensamiento y capacidades. No se puede educar sin acompañar la búsqueda de sentido de manera responsable y ética», sostuvo la Rectora. En ese sentido, agregó que «comprendemos que nuestra responsabilidad no es sólo pensar la sociedad, produciendo evidencia robusta sobre sus distintos problemas y abriendo espacios para el debate crítico, sino que también es educar para ese mejor país, en el entendido que el comportamiento de nuestras universidades debe ser ejemplo de los valores bajo los cuales declaramos querer educar».
Junto a ello, indicó en referencia al eje temático del seminario que «no todos los y las participantes de ese tiempo han logrado volver a mirar, algunos porque les fueron arrebatados los ojos; otros porque prefieren pensar que lo que entonces ocurrió no tiene que ver con su vida o el país, y que es posible y mejor negarlo».
Demandas ciudadanas y malestar social
Ignacio Sánchez, Rector de la Universidad Católica de Chile, reconoció que «lo acontecido ese 18 de octubre fue – sin duda- la principal crisis institucional y social desde el retorno de la democracia. Un grupo significativo de la población se manifestó demostrando su molestia por la desigualdad, los abusos, ingresos precarios, pensiones bajas, falta de acceso a la salud, entra otras muy legítimas demandas. También hubo por parte de un grupo minoritario actos de violencia y vandalismo y también violencia institucional por todos conocida».
Sánchez apuntó que la actividad busca rescatar «qué aprendizaje hemos hecho como sociedad para perfeccionar el estado de derecho y democracia». A la hora de diagnosticar el malestar ciudadano, el Rector enumeró que «el movimiento social planteó serios problemas como la desigualdad económica, la desigualdad social y cultural, y la falta de respeto a la dignidad de las personas, el clasismo, la segregación, los abusos y la falta de cuidado y respeto por diferentes grupos de nuestro país se normalizaron por mucho tiempo».
Por último, el Rector destacó al Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia (VioDemos), que desde 2021 reúne a investigadores de las universidades de Chile, Alberto Hurtado y Católica de Chile, para estudiar «cómo las formas cotidianas y excepcionales de violencia afectan las prácticas de ciudadanía y gobernanza democrática en Chile».
Cristián del Campo SJ, Rector de la Universidad Alberto Hurtado, valoró la realización de un encuentro que «busca mirar el pasado reciente para que no perdamos la memoria. Este es un espacio de conmemoración del estallido social en Chile, para reflexionar sobre sus causas, consecuencias y desafíos».
«Perder la memoria puede ser uno de los mayores riesgos que enfrenta una sociedad. Sabemos lo relevante que ha sido la memoria en nuestra experiencia como comunidad política. El paso de los años y las décadas pueden ir dejando atrás las experiencias trascendentales y traumáticas que han marcado nuestra existencia en común, si no hay una memoria que resiste un presente que adormece y que busca, como si fuéramos un resorte, que vivamos en un estado de reposo, aparentemente pacífico, carente de tensión», agregó.
Por esta razón, la autoridad universitaria afirmó que «es necesario traer al presente la ‘memoria passionis’, la memoria del sufrimiento, aquellos recuerdos del pasado, esos recuerdos peligrosos, complejos, incómodos. Eso es hacer memoria en vistas de producir una acción determinada, en vistas de interrumpir el adormecimiento y la apatía colectiva».
Universidades, un espacio de reflexión
Posteriormente, el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, profesor Pablo Ruiz-Tagle, señaló que durante esas dos jornadas no solo se pretende «reflexionar sobre las causas, no solo revivir lo que ha sucedido, sino también analizar lo que se ha hecho y lo que se puede hacer», no sin antes recordar que «nuestras casas de estudio hicieron mucho durante el estallido, y lo siguen haciendo para mantener la paz, para mantener la convivencia, para mantener un sistema de solución pacífica de conflictos».
Sobre los hechos relevantes ocurridos post estallido, el Decano Ruiz-Tagle apuntó las múltiples reflexiones en torno al proceso constituyente, una de las salidas institucionales que surgió tras el estallido. «No nos resultó hasta ahora, eso es verdad, pero la energía que hubo en ese esfuerzo es tremenda y eso va a continuar, y en algún momento, yo creo que vamos a lograr algunos de esos cambios”, añadió.
El Decano de Derecho y profesor de Derecho Constitucional, dijo que «no basta con condenar la violencia, sino que hay que trabajar para que la violencia no aumente, no se repita y no se instale esa idea, que fue lo más dañino del estallido, de la violencia como método por el cual se puede lograr la igualdad, la justicia y la transformación social. Esa idea es la idea equivocada de fondo y contra la que en conjunto debemos levantarnos en forma crítica».
Para finalizar, Alejandra Luneke, Directora Alterna de VioDemos, agradeció las palabras de las autoridades y reiteró el objetivo de la actividad: «en un contexto en el que se ha instalado el discurso público que Chile está triste, que estamos fragmentados como sociedad (…) volver a mirarnos hoy y volver a mirar tantas veces sea necesario, creemos que es un esfuerzo como Instituto Milenio que no solo vale la pena hacer, sino que debemos repetir toda vez que sea necesario».
Tras la inauguración a cargo de las autoridades, siguieron los paneles de conversación que se extendieron hasta el jueves 3 de octubre.
Texto y fotos: U. de Chile