El domingo 10 de septiembre, fue publicado en el diario El Heraldo de Colombia el reportaje especial “Chile: Sigue dividida a 50 años del golpe de Estado”, con ocasión de la conmemoración del 11 de septiembre de 1973. En dicho reportaje fue entrevistado el profesor Hugo Rojas, académico de la Facultad de Derecho y del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas de la Universidad Alberto Hurtado e investigador del Instituto Milenio de Investigación sobre Violencia y Democracia.
La sociedad chilena no tiene una interpretación consensuada sobre cómo debiera ser entendida su historia reciente. Por ejemplo, un sector critica a la dictadura y conmemora las violaciones de derechos humanos, mientras que otro critica a la Unidad Popular y aplaude las reformas neoliberales. Un asunto complejo dice relación con los múltiples desafíos pendientes en el proceso de justicia transicional, “pero la persistencia de víctimas y familiares, de las asociaciones de derechos humanos y los activistas, han trenzado cierto liderazgo político y han encontrado terreno en algunos funcionarios públicos que han sido receptivos a las demandas de justicia transicional. Pero este proceso todavía puede tardar décadas”, explicó Rojas.
Consultado sobre las dificultades para la gobernabilidad actual del país, según Rojas, la fragmentación política que se aprecia en un conjunto cada vez mayor de partidos políticos torna imprescindible la generación de alianzas suficientemente amplias para gobernar y cumplir las promesas de campaña.
Para Rojas, el otro fenómeno que ha estado ocurriendo es el mayor protagonismo del Partido Republicano en el debate político: “Está capturando la votación principalmente por tres cosas: una porque tiene un discurso de combate contra la delincuencia, que ha aumentado en Chile, también tiene un discurso xenófobo contra los migrantes, y tercero que el Partido Republicano también ha sabido capturar la insatisfacción y molestia del electorado con los partidos tradicionales”.
A su vez, el académico indica que Chile no tiene un estado de bienestar, tampoco un estado social, “tiene un Estado neoliberal que no ha sido capaz de disminuir las desigualdades que hay en la sociedad. El 1% de Chile se ha enriquecido muchísimo en las últimas cuatro décadas y en nuestro país todavía tenemos pobreza e indigencia. Esta desigualdad de los sectores vulnerables y de las clases medias hizo que salieran a protestar masivamente a las calles en 2019 contra los altos niveles de endeudamiento, por las fragilidades de las familias para pagar a los establecimientos hospitalarios en casos de enfermedad y las desigualdades abismantes entre la educación pública y la educación privada”, añadió Rojas.
El reportaje se encuentra disponible aquí.