Son 30 estudiantes del Colegio San Alberto Hurtado de Estación Central que se beneficiaron del taller de lectoescritura del Centro Universitario Ignaciano de la UAH. Aquí, el estudiante de Derecho de la UAH, Javier Foitzick, describe el impacto de estas tutorías: “Los talleres son espacios que las niñeces esperan durante sus tardes y donde son muy felices”.
Fuente: https://www.uahurtado.cl/
Se cumplieron dos años desde que el país cerró los colegios para hacer frente a la pandemia y hoy los profesores ven el preocupante retraso en los niveles de conocimientos, aprendizaje y en las habilidades socioemocionales de sus alumnos. Los más pequeños han sido los más afectados: muchos de ellos no aprendieron a leer. Así lo evidencia la Encuesta Nacional de Monitoreo Educacional en Pandemia, donde la gran mayoría de los directores cree que los niveles de lectura y lenguaje de los estudiantes están peores que en el año 2019 y reconocen que el ciclo específico con mayor retraso es entre primero y cuarto básico.
El taller de lectoescritura que imparte el voluntariado del Centro Universitario Ignaciano (CUI) nace para disminuir estas brechas y está dirigido a estudiantes del ciclo de educación básica del Colegio San Alberto Hurtado de Estación Central.
Uno de sus voluntarios, Javier Foitzick, estudiante de segundo año de Derecho de la UAH, junto a la estudiante de Trabajo Social Valentina Silva planificaron y fueron mentores del taller de lectoescritura. Lo que hicieron fue reorganizar y dirigir los objetivos de los talleres que estaban funcionando desde primer semestre: “Nuestro rol era simplemente apoyar en lo que pudiéramos a nuestros compañeros y potenciar el ejercicio del voluntariado”, comenta.
Mejorar la labor era parte de la tarea y se logró el segundo semestre de 2022. Formaron un equipo donde los estudiantes involucrados encontraron el mejor método educativo para apoyar a los niños y niñas. Si bien los más pequeños traen incorporado el Método Matte, era importante descubrir la mejor metodología para este proceso.
En total son 15 estudiantes que se organizaron y dieron talleres solo los días martes y más de 40 se distribuyeron de lunes a viernes: “Logramos apoyar a cerca de 30 niños por semestre”, cuenta Javier.
¿Qué es lo más innovador de este proceso? Para Foitzick, lo nuevo es que los tutores son de diversas carreras, aportan de manera significativa a la transformación social y logran no solo el aprendizaje de contenidos sino un desarrollo integral en comunidades multiculturales: “Los talleres son espacios que las niñeces esperan durante sus tardes y donde son muy felices”, asegura.
Aprender jugando
—¿Por qué crees que los niños esperan felices este taller?
—Los niños muestran felicidad porque el método principal ha sido respetarles y comprenderles en sus procesos y empatizar con cada une. Además, las actividades llamativas, en las que a través de juegos refuerzan los contenidos, hizo de estas tutorías tardes divertidas de aprendizaje.
—¿Qué leen ahí?
—El material más utilizado por nosotros fue “Primero Lee +” de la Fundación Educacional Crecer con Todos.
—Este colegio es altamente intercultural, ¿Cómo fue esa experiencia?
—Fue un impacto positivo convencerme de que la diversidad en su amplio espectro solo enriquece las experiencias, tanto en el equipo diverso de voluntarios del cual fui parte como del colegio donde aprendí muchísimo de los mismos niños y niñas. Además, solo reafirmo mi compromiso por vivir en comunidades diversas en las que el principio de justicia social es esencial.
—¿Qué significa para ti este proyecto en relación a la carrera que estudias?
—Soy estudiante de Derecho, por ende cuestiono críticamente lo que sucedió durante la pandemia y que provocó que tantos menores tuvieran perjuicios en su derecho a la educación. También reafirmo mi compromiso de formarme como un profesional con una perspectiva real de lo que es la sociedad hoy.
—¿Qué opinas de las brechas educativas que vemos hoy en el país?
—Creo que la deficiencia en la educación no es solo un problema actual sino histórico. Creo que lo más relevante es el rol que puede tomar el Estado en su mejoramiento a través de la política pública.
EL CUI de la UAH
El voluntariado hurtadiano del CUI tiene como finalidad brindar un espacio de participación estudiantil, con metodología mixta (espacios de participación presencial y virtual), en la cual los y las estudiantes realicen una experiencia de voluntariado con el objetivo de contribuir al sentido de responsabilidad social desde la formación inicial, ante una sociedad que demanda transformaciones y avances hacia condiciones dignas de vida para todos y todas.
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