A comienzos de septiembre, un reportaje de El Mercurio reconoció a Millaray Gómez como Activista STEM, destacando los proyectos innovadores de 5 jóvenes chilenos. Desde los 10 años que Millaray participa en concursos de Ciencias: ha sido activista en diversas organizaciones que trabajan las brechas de género en las tecnologías y ganó el concurso escolar “Samsung Solve for Tomorrow” con un sistema de detección de fugas de gas. Hoy, contrario a lo que se podría pensar, cursa el 4° semestre de la carrera de Derecho en la Universidad Alberto Hurtado.
Por Daniela Sánchez M.
La historia de Millaray Gómez está cruzada por la curiosidad infantil, el entusiasmo por la investigación científica, los cambios sociales y la educación, intereses que eran considerados por algunos adultos como “una niña jugando a ser científica”. Por eso, en 2020, a los 16 años, comenzó a participar en agrupaciones como Amuji y Tremendas, con el objetivo de deconstruir el adultocentrismo, y creó iniciativas como la “Semana Astro Girls” para promover la participación de las mujeres en el mundo astronómico-espacial. Sin embargo, ese mismo año falleció su bisabuela de Covid y su familia sufrió un trágico incendio.
Sin saberlo, todo esto marcó su camino al año siguiente: participó en “Solve for Tomorrow”, junto a Cristóbal Cheuquel, Darlyng Bustamante y la profesora Liliana Gutiérrez, y recibieron el primer lugar por “Leak-D”, un detector de fuga de gas para prevenir incendios.
“Desde Kinder hasta 4° Medio yo quería estudiar Medicina. La biología y la tecnología me gustaban mucho, pero era pésima para las matemáticas, la física y la química”, cuenta. Ante la crisis vocacional, decidió tomarse un año sabático antes de ingresar a la Universidad: trabajó durante cuatro meses y luego viajó a España por dos para visitar a su familia. “Recuerdo estar caminando por el Barrio Gótico y veo la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona, y me metí. Ahí me di cuenta de que yo amo las Humanidades y pensé que mi bandera de lucha iba a ser que nos demos cuenta de que en estos países desarrollados mezclan las Humanidades con la Ciencia, lo que les permite que la gente innove, cree y sean potencias en investigación”, asegura Millaray.
Pero el amor por las Humanidades seguía siendo algo muy amplio y la crisis vocacional se acentuó: podía ser antropología, sociología, incluso periodismo. ¿Por qué Derecho? Millaray cuenta que junto a Valentina Muñoz (Chica Rosadita) y Amuji trabajaron en la primera consulta de niñas en Chile para que fueran incluidas en la Política de Inteligencia Artificial. “Pensé: políticas públicas, derecho, inteligencia artificial. En ese momento Valentina ya estaba trabajando con Derechos Digitales y como advocate de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y le comenté que me quería dedicar a esto y me respondió: ‘Hace falta’. Ahí me convencí por Derecho”, dice.
Llegar a la Universidad Alberto Hurtado fue otra cosa. Millaray recuerda que en 1° Medio trabajó en una investigación junto a Explora, lo que la llevó a entrevistar al académico de Antropología UAH Deín Portela en el Campus Patrimonial: “Yo creo que las cosas pasan por algo. Investigué más sobre la Universidad, vi que potenciaban la investigación y me gustó la malla de la carrera porque se enfocan en las Humanidades. Sentí algo muy energético”. Así fue como postuló a Admisión Especial y, a pesar de haber quedado en la UDP y en la UC, escogió la UAH.
“Me interesan los derechos digitales en la educación, inteligencia artificial desde las políticas públicas y la investigación; cómo la docencia universitaria tiene un rol fundamental en esto”, cuenta Millaray y admite que en el primer semestre se enamoró del curso de Escritura Académica e Investigación Jurídica junto a la profesora Victoria Martínez. “Desde los 10 años que llevaba haciendo investigación científica y pasarlo a lo jurídico no me costó tanto. Ese semestre trabajé derechos digitales y le dije a la profesora Victoria que quería ser su ayudante en segundo año, y lo fui”, dice orgullosa.
“Yo siempre, toda la vida, he sido bicho raro, porque me ignoraron en todas mis etapas escolares por estar leyendo e investigando, pero llega un momento en la Universidad donde -yo les decía a mis papás- me siento tan acogida y apoyada que nunca antes me había pasado”, cuenta Millaray.
—¿Qué consejo le darías a las y los jóvenes que deben escoger una carrera?
Que se atrevan a la multidisciplina, de eso se está tratando ahora el mundo. Muchos científicos y expertos dicen que en 30 años más los trabajos que actualmente conocemos van a ser modificados por la inteligencia artificial.